jueves, 8 de mayo de 2014

Motivación


Muchas veces creemos en el destino, rezamos, esperamos que las cosas pasen y  nos olvidamos de lo más importante... creer en nosotros mismos.
Nos conformamos en vez de arriesgarnos, sin pensar que cada día que pasa, nunca volverá.
Nada esta escrito.
Nada está hecho.
Nada es imposible.
Ni siquiera lo imposible.
Todo depende de nuestra voluntad, de esa fuerza que nos sale de adentro, de decir “si, puedo” a cada desafío.
Tenemos el poder.
Cuando estamos decididos, cuando estamos convencidos, cuando de verdad queremos algo, no hay obstáculo capaz de interponerse.
Si queremos, podemos llegar más lejos.
Si queremos, podemos llegar más alto.
Si queremos, podemos hacer lo que sea. 



No hacen falta ojos para ver mas allá, basta con que cierres los párpados para que aparezcan tus ilusiones, tus esperanzas, tus motivos para luchar. 
Lo importante esta en ti, dentro de ti esperando a que te animes a mostrarlo.
No te fijes en los demás, haz lo que te apetezca sin bajar la vista ante nadie.
Tu voluntad puede transformar tus lagrimas en sudor, tu desgana en sacrificio, tu duda en convicción.
Te permite pararte después de cada tropiezo y hace que tus problemas dejen de serlo.
Si no ves la fuerza que hay dentro tuyo, el que esta ciego eres tú.


(Pablo Carozo. Recordman argentino de atletas no videntes en 100 y 200 mts.)




 La piel se arruga, el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años pero lo importante no cambia. 
Tu fuerza, tu convicción no tienen edad. Tu espíritu es el plumero de cualquier telaraña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida. Detrás de cada logro, un nuevo desafío mientras estés vivo.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo. No vivas de fotos amarillas.
Sigue aunque todos esperen que abandones. No dejes que se oxide el hierro que hay en ti. Haz que en vez de lastima te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota. Cuando no puedas trotar, camina. Cuando no puedas caminar, usa un bastón...Pero nunca te detengas.



Aquí os dejo un texto que me encantó y espero que a vosotros también os guste. 
Es de Aurora Pérez, récord de España de maratón W50.

“Podría contarte que mis piernas con los años han acumulado muchos kilómetros, pero prefiero decirte que en este tiempo mi cabeza ha adquirido mucha mas sabiduría.

Podrías creer que con el paso de los lustros mi cuerpo se ha hecho inerte al sufrimiento, pero prefiero pensar que mi vida se ha hecho adicta al valor del esfuerzo.

Podría decirte que he machacado el suelo mil veces con mis pies, que miles de impactos han andado por los mismos caminos, pistas y carreteras una y otra vez, pero te diré que mientras pisaba la tierra firme, mi mente caminaba por distintos cielos.

Podría hablarte de mis marcas, pero prefiero referirte las vivencias que acompañan a los tiempos.

Podría narrarte mis éxitos pero no busco los halagos; podría describirte mis fracasos pero no quiero compasión.

Me dirás que he fallado en mis metas en muchas ocasiones, pero no sabes como disfruté el camino hacia la decepción.

Te acordarás de la tristeza que acompañó a mis derrotas, pero mayor fue la felicidad que acompañó a mis triunfos.

Me recordarás como lloré de impotencia cuando el cuerpo se reveló con mil lesiones, pero yo me acordaré con alegría de mi constancia al superarlas.

Tratarás de convencerme del tedio diario del entrenamiento, de la rutina, y te diré que nunca dos días son iguales cuando corro, cada día es único, cada sensación inmejorable.

No entenderás el sentido de dar vueltas para volver al mismo lugar, pero el sentido no está en el inicio, ni está en el final, sino en las inquietudes sentidas a lo largo del camino.

Dirás que corro porque no sé lo que quiero y persigo algo que nunca encontraré, te diré que correr me ha hecho saber lo que no quiero.

Insinúas el sinsentido de correr para no ganar, pero nunca tuve la sensación de ganar, ni de perder, solamente de crecer y superarme.

Te preguntarás por qué continúo corriendo a sabiendas de que mis registros nunca mejorarán, pero sigo porque no encontré aún techo para mis emociones.

Creerás que he perdido el tiempo, que podría haber dado más de una vez la vuelta al mundo, pero te contestaré que en este tiempo he sido capaz crear miles de mundos diferentes dentro de mí.

Me acusarás de correr despacio y me reiré, o de correr deprisa y me sonreiré.

Me rebatirás mis muchos años; te replicaré mis muchas ilusiones.

Pensarás que estoy loca por seguir y te diré que siempre tuve la cordura de no parar.

Al final me dirás que he vivido solo para correr, pero en mi fuero íntimo sé que he corrido solamente para vivir.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario